Direccion y Liderazgo en Japon

A los administradores japoneses se les ve como integradores sociales que forman parte del grupo de trabajo. Al utilizar un enfoque paternalista del liderazgo, muestran gran preocupación por el bienestar de sus subordinados. Los valores comunes y el espíritu de equipo facilitan la cooperación. El rol de los administradores es crear un ambiente en el que exista espíritu de equipo y están dispuesto a ayudar a ello, incluso realizando el mismo trabajo que llevan a cabo sus subordinados. En un intento por mantener la armonía a casi cualquier costo, evitan las confrontaciones cara a cara. Esto significa que, con toda intención, las situaciones se dejan en un nivel de cierta ambigüedad. El liderazgo requiere de seguidores y a los administradores les ayuda el hecho de que se espera que las personas subordinen su interés al del grupo y de la organización. Aunque los administradores quizá no den muchas órdenes directas, ejercen influencia a través de la presión de los compañeros. De hecho, las relaciones personales estrechas se fomentan no sólo porque los empleados trabajan juntos en tareas comunes sino también porque se reúnen y se asocian fuera del ambiente de trabajo. El resultado es una visión de la vida organizacional con la privada.

Los patrones de comunicación se desplazan en forma paralela a los de la toma de decisiones. la comunicación crítica es descendente y ascendente, mientras que la no crítica con frecuencia es ascendente. Los administradores japoneses fomentan este patrón al dedicar mucho tiempo a comunicarse con sus subordinados, insistiendo en los contactos cara a cara y utilizando poco los memorándum.